BIENVENID@S

Compañeros y compañeras, tengo el agrado de empezar a compartir experiencias pedagógicas que espero sean de su interés.
Espero visiten este blog y dejen las sugerncias que les parezcan pertinentes

viernes, 5 de marzo de 2010

¿Se puede reducir la actividad evaluadora a las pruebas estandarizadas u objetivas?. Quizá merezca la pena hacer un paréntesis en nuestra argumentación antes de continuar.

Las pruebas objetivas

El problema de la estandarización de las pruebas de evaluación de alumnos es de una controversia considerable en el actual panorama pedagógico. Por un lado, la masificación de la enseñanza empuja a los docentes a utilizar técnicas que permitan una gestión automática -o al menos semiautomática- de los exámenes. Pero, por otra parte, pueden resultar escasamente representativos de algunos de los conocimientos de los alumnos, en especial, en el área de expresión.

La cuestión que subyace en esta controversia es la dialéctica entre estandarización e individualización. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que ambos no son conceptos necesariamente contradictorios; más bien es el tipo de uso que se realice de las pruebas, lo que puede enfrentarlos (JORNET y SUÁREZ, 1996). El debate es harto complejo y excede las pretensiones de estas páginas, pero nos parece adecuado sentar una serie de principios. En primer lugar, apostar por la complementariedad -y no la exclusión- entre pruebas objetivas y no objetivas (ensayo, exámenes orales, etc.). En segundo lugar, tener presente que se trata de técnicas de evaluación, y que, como tales, deben subordinarse no sólo a la naturaleza de la materia, sino sobre todo a los objetivos de formación que pretendamos.

Aclarada, o al menos introducida, esta cuestión, vamos a detenernos en las posibles aplicaciones de las pruebas objetivas a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Son al menos cinco las finalidades que puede perseguir una prueba estandarizada. En el contexto en el que nos movemos, tres son especialmente importantes para la docencia universitaria: las referentes a las pruebas de nivel, las pruebas de clase y las de propósito diagnóstico.

Por lo que se refiere a las «pruebas de amplio espectro» son conocidas las virtualidades de este sistema para generar y corregir pruebas de admisión, con decisiones sumativas asociadas.

Se consiguen valorar, de forma rápida y poco costosa, conocimientos en diversas áreas de una población amplia y heterogénea. En algunas Facultades de la Universidad de Navarra ya se tiene experiencia de este tipo de aplicaciones con resultados satisfactorios.

Las así denominadas «pruebas de clase» se refieren, en nuestro ámbito universitario, a los exámenes sumativos -en febrero, junio y septiembre- de las diversas asignaturas.

Aunque dirigidas a una población sensiblemente menor que en el caso anterior, ésta sigue siendo de un volumen considerable. Además, la premura de tiempo por razones administrativas invita a adoptar formas de examen asistidas por ordenador.

Pero, quizá, las pruebas de propósito diagnóstico sean las de más interés pedagógico; si como estamos intentando mostrar, la evaluación formativa es uno de los elementos fundamentales de cualquier modelo de enseñanza-aprendizaje de calidad.

La posibilidad que ofrece este sistema para la autoevaluación y el conocimiento inmediato de los resultados va a permitir que los alumnos conozcan cuál es su nivel de dominio de la materia. De esta manera se satisfacen los requisitos de inmediatez, continuidad y carácter formativo del proceso evaluador, que se tornan dificultosos cuando el profesor se ve obligado a valorar pruebas no estandarizadas.

Vamos a presentar a continuación un proyecto para el desarrollo de una herramienta de gestión de pruebas objetivas desarrollado por el Departamento de Educación y el Centro de Tecnología Informática de la Universidad de Navarra. El objetivo del proyecto es implementar un procedimiento de examen y autoevaluación a través del ordenador, que permita a los profesores disponer de un método de valoración inmediata de los conocimientos de los alumnos, y a éstos disponer de un sistema de autoevaluación fiable y de fácil acceso.

lunes, 1 de marzo de 2010

La buena evaluacion

Una buena evaluación debe ser justa y ética; donde se toman en consideración ciertos términos:

a) Ausencia de sesgos por género o cualquier otra diferencia

b) Tratamiento igualitario a los estudiantes

c) Igualdad de resultados

d) Oportunidad para aprender.

Una buena evaluación usa métodos múltiples. La evaluación que es justa permite inferencias válidas con un mínimo de error, de aquí que las evaluaciones tendrán mejor precisión y serán más útiles en tanto utilicen las medidas más sensibles a lo que se quiere evaluar en el estudiante, de aquí que se necesite la utilización de métodos múltiples donde, por una parte, se optimice el diseño y validación de las pruebas objetivas y se fomente, por la otra, el diseño y validación de las pruebas alternativas.

jueves, 25 de febrero de 2010

martes, 23 de febrero de 2010

Palabras de Albert Einsten

Decía Albert Einstein: "No es suficiente enseñar a los hombres una especialidad. Con ello se convierten en algo así como máquinas utilizables pero no en individuos válidos. Para ser individuo válido, el hombre debe sentir intensamente aquello a lo que puede aspirar. Tiene que recibir un sentimiento vivo de lo bello y de lo moralmente bueno. En caso contrario se parece más a un perro bien amaestrado que a un ente armónicamente desarrollado. Debe aprender a comprender las motivaciones, ilusiones y penas de las gentes para adquirir una actitud recta respecto a los individuos y a la sociedad. Estás cosas tan preciosas las logra el contacto personal entre la generación joven y los que enseñan, y no al menos en lo fundamental los libros de textos....Para que exista una educación válida es necesario que se desarrolle el pensamiento crítico e independiente de los jóvenes, un desarrollo puesto en peligro continuo por el exceso de materias y sistema puntual). Este exceso conduce necesariamente a la superficialidad y a la falta de cultura verdadera. La enseñanza debe ser tal que pueda recibirse como el mejor regalo y no como una amarga obligación". Para lograr lo que Einstein dice en el párrafo anterior es necesario la intervención del docente, pero no un docente tradicionalista sino que alguién que transforma actitudes hacia entes más críticos , cuestionadores de su propia realidad, reflexivos y , donde haya una interacción entre el que enseña y el que aprende y que este último logre llegar trascender de lo cognitivo a lo metacognitivo. No se trata de saturar a nuestros estudiantes de textos y tecnología, sino más bien de aplicar estrategias didácticas que permitan evaluar y valorar aprendizajes significativos, si realmente lograron las competencias deseadas en la asignatura desarrollada, aplicando diferentes pruebas evaluativas que evaluén lo cognoscitivo, procedimental y lo actitudinal.
10 de diciembre de 2009 20:48

practica cotidiana en el salon de clases

Se reconoce que la práctica cotidiana en los salones de clase es de calidad cuestionable,producto de carencia en la formación docente, desde los primeros niveles niveles educativos hasta la educación superior.Ante esta realidad, a preparación de los docentes juega un papel importante ya que la actualización en las nuevas teorias de evaluación va permitiéndo al estudiante mayores oportunidades en sus procesos de aprendizajes. Con el paso del tiempo nuevas teorias sobre el aprendizaje y la evaluación han surgido y se necesita que los docentes dominen, por una parte, un lenguaje cognitivo y que hagan explícitas las relaciones entre la evaluación y la enseñanza para reforzar expéctativas razonables sobre lo que se enseña y lo que se aprende."La evaluación debe apoyar la enseñanza. Al igual que la evaluación impacta al aprendizaje y la motivación del estudiante,también influye en la enseñanza del salón de clases. De aquí que la evaluación deba ser una actividad integrada a la enseñanza, mas que simplemente auditar el aprendizaje(SHEPARD,2000) Cuando sí se la integra, informa al docente acerca de qué actividades y contenidos serán más útiles, qué nivel de enseñanza es el más apropiado y cómo diseñar evaluación formativa que provea información diagnóstica. Así, el docente podrá identificar cuándo hacer más preguntas, de qué nivel de dificultad deben ser, en qué tipòs de conocimientos, en qué formato deberían ser presentadas y, desde luego, a elaborar las respuestas mas apropiadas a las preguntas de los estudiantes" Evaluación del aprendizaje en el nivel universitario de Castañeda Figueiras, Sandra.2006

lunes, 22 de febrero de 2010

La evaluación como proceso educativo

La evaluación como proceso educativo ha sido siempre parte de las grandes discusiones de la actividad curricular. Está claro que para evaluar se necesita saber qué es realmente se debe de evaluar, por lo que es necesario definir los objetivos, procesos y acciones ya que estos son medios muy importantes para el desarrollo del acto evaluativo.

Evaluar no significa medir únicamente un producto. Debería de evaluarse también todos los procesos que se realizan dentro del aula.Y,no se debería de evaluar tanto lo que el alumno ha conseguido realizar, sino cómo lo ha aprendido o sea qué métodos y medios utilizó, que ejercicios practicó,etc. De tal manera que la evaluación de los procesos se convierta en la verdadera evaluación de la planificación curricular.

Según Colom(España,2001)” Evaluar es examinar y decidir sobre los ambientes de la clase, la eficacia de salida, las relaciones de comunicación,interacción,el trabajo en equipo,etc.Lo que equivale a decir que hay que evaluar a la misma evaluación”. Se puede decir entonces que la evaluación siempre debe de ser una actividad continua, abierta, con tendencia más a lo cualitativo que a lo cuantitativo, sin olvidar que todos los procesos áulicos deben ser investigados por los instrumentos a utilizar. La gran variedad de técnicas ayudan a esclarecer la comprensión del proceso didáctico, así como también el tipo de modelo curricular que se aplica en la clase.

Evaluar no significa,angustiar,ni tan siquiera establecer una etapa o acción diferenciada de las otras ya realizadas; la evaluación es búsqueda de la verdad y la justicia dentro de la acción educativa, y es de entender que forma parte del proceso didáctico, en conclusión, la evaluación no es de exclusividad del profesor, sino un proceso abierto y democrático, donde también se entiende que evaluar no es para reprobar a los estudiantes sino más bien es para ayudarle a visualizar al estudiante donde están sus debilidades y darles los refuerzos necesarios para que logren las competencias deseadas.

Evaluaciones de los aprendizajes